La enfermedad de Lyme no tratada puede producir una amplia gama de síntomas, según la etapa de infección. Estos incluyen fiebre, sarpullido, parálisis facial y artritis.

Algunos de los signos y síntomas tempranos (3 a 30 días después de la picadura de garrapata) son: Parálisis facial y erupción clásica. En ausencia de erupción, pueden aparecer fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares, articulares e inflamación de los ganglios linfáticos.

La enfermedad comienza en el sitio de la picadura de la garrapata, desarrollando un sarpullido que dura aproximadamente 7 días. Este se expande gradualmente durante los días siguientes y alcanza hasta 20 cm de ancho. Puede sentirse caliente al tacto, pero rara vez pica o duele.

A veces se borra a medida que se agranda, lo que da como resultado una apariencia de diana u ojo de buey. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.

Signos y síntomas posteriores (meses después de la picadura)

  • Rodillas hinchadas y dolor intenso en las articulaciones y huesos.
  • Parálisis facial (pérdida del tono muscular o caída en uno o ambos lados de la cara)
  • Dolores de cabeza intensos
  • Rigidez de cuello
  • Erupciones en otras partes del cuerpo
  • Palpitaciones o latidos cardiacos irregulares
  • Episodios de mareos o dificultad para respirar
  • Inflamación del cerebro y médula espinal
  • Dolores punzantes, entumecimiento y hormigueo en las manos o los pies.

Diagnóstico y pruebas

Al evaluar a un paciente para la enfermedad de Lyme, los proveedores de atención médica deben considerar:

  • La probabilidad de que el paciente haya estado expuesto a garrapatas de patas negras infectadas.
  • La posibilidad de que otras enfermedades puedan causar síntomas similares.
  • Los resultados de las pruebas de laboratorio.

Para detectar la enfermedad de Lyme se realizan principalmente dos pruebas de sangre.

Puntos clave a recordar

  • La mayoría de las pruebas de detección de la enfermedad de Lyme están diseñadas para detectar anticuerpos producidos como respuesta a una infección.
  • Los anticuerpos pueden tardar varias semanas en desarrollarse, por lo que los pacientes pueden dar negativo si se infectan recientemente.
  • Los anticuerpos normalmente persisten en la sangre durante meses o incluso años después de que desaparece la infección.
  • La infección con otras enfermedades, incluidas algunas transmitidas por garrapatas o enfermedades virales, bacterianas o autoinmunes, puede dar como resultado falsos positivos.

Tratamiento

Las personas tratadas con los antibióticos adecuados en las primeras etapas de la enfermedad de Lyme suelen recuperarse rápida y completamente. Los antibióticos comúnmente usados para la enfermedad de Lyme tratamiento oral incluyen dixicilina, amoxicilina o cefuroxima. Las personas con ciertas formas de enfermedad neurológica o cardiaca pueden requerir un tratamiento intravenoso con antibióticos como la penicilina.

Los antibióticos han demostrado curar la infección en el 90% de los casos. Si no es así, los pacientes pueden recibir otros antibióticos por vía oral o por vía intravenosa.

Cuando la enfermedad de Lyme no se detecta en sus primeras etapas y no es tratada correctamente, se recomiendan antibióticos orales para síntomas como parálisis facial y ritmo cardíaco anormal. También se recomiendan antibióticos intravenosos si una persona tiene meningitis, inflamación del revestimiento del cerebro y la médula espinal o problemas cardíacos más graves.

Antes de cualquier intervención terapéutica, por ejemplo hierbas, cambios de dieta o ejercicio, los individuos deben revisar cuidadosamente cómo esto podría afectarlos.

Al considerar las opciones de tratamiento para la enfermedad de Lyme, los pacientes deben averiguar qué tan bien estudiados están estos tratamientos, si se ha demostrado que son efectivos y cuáles son los efectos secundarios.

Los pacientes deben mantener la mente abierta con respecto a lo que podría ayudar, ya que algunos síntomas pueden reflejar una infección activa y por lo tanto beneficiarse de los antibióticos, mientras que otros pueden reflejar los efectos residuales en el cuerpo de la infección previa y requerir enfoques sin antibióticos. El objetivo es restaurar la salud y el estado funcional para maximizar la calidad de vida del paciente.

Al igual que con otras recomendaciones de Internet, la toma de medicamentos recetados o de venta libre debe chequearse con un médico para garantizar la seguridad y eficacia de los mismos y para evaluar las interacciones potencialmente dañinas. Las mujeres embarazadas en particular deben consultar con su médico.

Enfermedad de Lyme crónica

Algunas personas utilizan este término para referirse a los síntomas persistentes después de la enfermedad como cansancio, molestias y dolores. No está claro exactamente por qué sucede esto, pero es probable que esté relacionado a la hiperactividad de su sistema inmunológico. El diagnóstico de la enfermedad de Lyme Crónica es controvertido. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la infección existe o si los síntomas en realidad son causados por un problema diferente no diagnosticado. En cualquier caso, no hay evidencia que sugiera que las personas diagnosticadas con la enfermedad de Lyme crónica puedan pasar la enfermedad a otras personas.