La Cabalá es un cuestionamiento continuo. Considere que el valor numérico de la palabra hombre, en hebreo, es el mismo que la palabra pregunta, como para subrayar que la esencia de nuestra condición radica en pedir, en orar, incluso en provocar. Ahora, el cabalista puede hacer o deshacer un mundo, puede hacer o deshacer un golem.

Cabalá y sus conocimientos

Puede dar vida a un terrón de tierra o desvincularlo de su contexto, es decir, dejarlo sin sentido, por la fuerza de la palabra, del flatus vocis, de la Palabra que adquiere sentido sólo si alguien se lo da.

Abūlāfiya argumentó que hay tres formas de elevación espiritual: la forma ascética (negativa), la forma filosófica (un poco mejor) y la forma cabalística, que utiliza la ciencia de combinar letras (hok-mat ha-tseruf); el Zōhar, la obra más importante del misticismo hebreo y texto canónico de la Cábala, nos deja saber que Adán, antes de probar el fruto que lo perderá, había trazado las veintidós letras del alfabeto hebreo en su rostro: posteriormente su orden molesto, a su vez trastornará su ser moral.

Gnosis y Cabalá

Como los gnósticos y el propio Kierkegaard, los kabbalistas creen en un Dios extraño, de hecho inaccesible para la mente humana, una especie de Infinito (Ēn-Sōf) que no se deja nombrar ni captar por las filosofías racionalistas de Occidente: representa al Altísimo, que ama las perífrasis, con las cuatro letras IHWE (Iawhé, Jeovah), de las cuales solo los iniciados conocen la pronunciación exacta. Si y cuando el Infinito se digna aparecer a los mortales, se convierte en Shěkīnāh, el aspecto femenino de Dios que crea el mundo y se deja ver por los hombres solo antes de morir.

El Infinito se despliega a través de los diez primeros números, las diez emanaciones o inteligencias puras, el Sephirôt, no muy diferente de las Ideas de Platón, que dan sentido a la dialéctica entre ser y no ser.

Los Sephirôt son las esferas o atributos divinos mencionados en la Cábala, que pueden considerarse símbolos totalmente esotéricos, ya que no solo representan el mundo, sino que lo recrean continuamente a través de relaciones nuevas y a veces inesperadas. Digo esotérico porque quienes conocen o al menos comprenden su verdadera esencia lo utilizan -si podemos decirlo- para acortar, sin reducirlo, su propio camino hacia la verdad. Como escribió Rudolf Steiner, un filósofo iniciado en más de un misterio, “la ciencia oculta no impone una verdad a nadie, no proclama ningún dogma; indica un camino.

Cualquiera – pero quizás sólo después de muchas encarnaciones – podría encontrar este camino por sí mismo; pero lo que se adquiere con la disciplina oculta acorta el camino. Los diez símbolos sefiróticos son:

1) KETER, Corona Exaltada
2) CHOKHMAH, Sabiduría
3) BINAH, Inteligencia
4) CHESED, Amor
5) DÎN, Justicia (juicio severo)
6) RACHAMÎM, Pietà
7) NEZACH, Eternidad
8) HÔD, Majesty
9) JESÔD, Foundation
10) MALKÛTH, Unidos.

En el símbolo del árbol, (muy usado en servicio de videncia) En-Sof representa la linfa vital y las raíces, mientras que Sephirôt las ramas. Pero el hombre mismo se convierte, de hecho, es un símbolo, por lo que el árbol Sephirotic se transforma al aparecer como la cabeza, los brazos, el sexo y los pies del Adán celestial, modelo del Adán terrestre.