El cáncer de cuello uterino es una enfermedad bastante agresiva que debe ser trata a la brevedad posible. Especialmente cuando se da el cáncer de cuello uterino invasivo.

Esta enfermedad si se detecta y se trata a tiempo es posible que pueda llegar a curarse. Sin embargo, al no ser tratado a tiempo, las probabilidades de que los tratamientos funcionen se reducen bastantes.

Existen muchos tratamientos que se utilizan con el fin de tratar esta enfermedad. En el día de hoy, quiero hablarte sobre los 4 tratamientos más utilizados para tratar el cáncer de cuello uterino.

Principales tratamientos para el cáncer de cuello uterino

A continuación, te nombraré los 4 tratamientos que se suelen utilizar con el fin de tratar el cáncer de cuello uterino. Hay muchos tratamientos más, pero estos son los de uso habitual.

Cirugía

La cirugía consiste en extirpar el tumor y parte del tejido sano circundante durante una operación. En este caso, es un médico oncólogo ginecológico es la persona especializada en este tipo se cirugías. Para el cáncer de cuello uterino que no se ha extendido más allá del cérvix, se suelen utilizar estos procedimientos:

  • Conización. El uso del mismo procedimiento que una biopsia de cono para eliminar todo el tejido anormal.
  • LEEP. En este tipo de tratamiento se utiliza un gancho con un alambre muy fino a través el cual se pasa una corriente eléctrica. El gancho elimina el tejido. Puede utilizarse para eliminar el cáncer cervical microinvasivo.
  • Salpingooforectomía bilateral. Si es necesario, esta cirugía consiste en la extirpación de ambas trompas de Falopio y ambos ovarios. Se realiza al mismo tiempo que la histerectomía.
  • Traquelectomía radical. Este es un procedimiento a través del cual se extirpa el cuello uterino sin afectar el útero. Incluye la disección de los ganglios linfáticos pélvicos.
  • Exenteración. La exenteración se recomienda raramente. Se utiliza con mayor frecuencia en algunas personas cuyo cáncer ha reaparecido después de la radioterapia.

Radioterapia

La radioterapia es sencillamente la utilización de rayos X de alta energía o partículas similares con el fin de destruir las células cancerosas. El especialista médico que se dedica a la administración de este tratamiento se le conoce como radio oncólogo. La radioterapia puede administrarse sola, antes de la cirugía o en lugar de ésta para reducir el tamaño del tumor.

El tipo más común de radioterapia se llama radioterapia de haz externo, que es la radiación administrada desde una máquina fuera del cuerpo. En el caso de que la radioterapia sea administrada por medio de implantes, se denomina radioterapia interna o braquiterapia. Un régimen de radioterapia, o programa, suele consistir en un número específico de tratamientos administrados durante un período de tiempo determinado que combina tratamientos de radiación externa e interna. Este enfoque combinado es el más eficaz para reducir las posibilidades de que el cáncer vuelva a aparecer, lo que se denomina recurrencia.

Cuando se detecta a tiempo el cáncer de cuello uterino, se suele utilizar una combinación de radioterapia y quimioterapia. El objetivo de la radioterapia combinada con quimioterapia es aumentar la eficacia de la radioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza fármacos para eliminar las células cancerosas o ralentizar su crecimiento causando el menor daño posible a las células sanas. La quimioterapia puede administrarse si el cáncer de cuello uterino está avanzado o reaparece después del tratamiento, y puede combinarse con la radioterapia (cuando se denomina quimiorradioterapia)

Los fármacos suelen administrarse por vía intravenosa y la mayoría de las personas reciben el tratamiento de forma ambulatoria. El número de sesiones de quimioterapia depende del tipo de cáncer de cuello de útero y de cualquier otro tratamiento que esté recibiendo. Si recibe quimioterapia sin radioterapia, es probable que tenga seis sesiones, programadas cada tres o cuatro semanas durante varios meses.

Terapia dirigida

Los fármacos de terapia dirigida afectan a moléculas específicas dentro de las células para bloquear su crecimiento. Se utilizan para tratar a algunas personas con cáncer de cuello uterino que se ha extendido a otras partes del cuerpo o que ha reaparecido y no puede ser tratado con cirugía o radioterapia.

Los cánceres desarrollan sus propios vasos sanguíneos para ayudarles a crecer. Este proceso se denomina angiogénesis. Algunos fármacos de terapia dirigida conocidos como inhibidores de la angiogénesis están diseñados para detener este proceso.